TPV convencionales vs. TPV móviles
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El desarrollo de la tecnología aplicado en la industria de las finanzas, también conocido como Fintech, ha revolucionado, entre otras cosas, la forma en la que hoy pagamos por nuestros productos o servicios. El mundo digital ha impulsado un menor uso del dinero en efectivo por medio de una mayor emisión de tarjetas de crédito y débito; de igual manera, ha variado el rubro de las transferencias y métodos de pago con dispositivos como la Terminal Punto de Venta, convencional y móvil, que es, al día de hoy, uno de los más utilizados por establecimientos comerciales de cualquier tamaño, giro y sector.
Las últimas cifras del Banco de México apuntan una tendencia de alza trimestral referente al uso de estos dispositivos en el 2018. Durante el tercer periodo de ese año, que abarca de julio a septiembre, se registró un total de más de 809 millones de operaciones con terminal punto de venta, lo que se traduce en dinero a 503,031 millones de pesos.
Sin embargo, para decidir mejor sobre cuál es más conveniente para emprender un negocio, es importante distinguir particularidades y diferencias entre ambos para no confundir una TPV con un lector móvil de tarjetas.
Lo primero que debemos saber es sobre el tipo de conectividad. Las terminales convencionales se enlazan al servidor por medio de conexión telefónica, cable Ethernet o tecnología GPRS (para las inalámbricas) y se utiliza principalmente el método de chip en tarjetas y PIN para autorizar los pagos; esto significa una desventaja ya que sólo se pueden utilizar dentro de un rango determinado, dentro del local comercial.
“A diferencia de una terminal convencional, los dispositivos que se conectan a smarthphones o tablets, son portátiles, por lo que pueden usarse desde cualquier lugar dentro de México; ya sea por medio de conexión Wi-Fi o de datos móviles. En el caso de Billpocket se tiene un beneficio adicional, y es que todos nuestros usuarios pueden usar la app sin que ésta consuma sus datos móviles, esto gracias a un convenio que generamos con AT&T, Movistar y Telcel”. afirmó Alejandro Guízar, CEO de Billpocket.
Otro punto a considerar es el costo por el servicio de una TPV convencional con respecto a la móvil; ya que es un diferenciador fundamental dependiendo del giro y volumen de tu negocio.
En el caso de las TPV convencionales , se realizan pagos mensuales por conexión y alquiler del equipo, incluso se aplican penalizaciones en caso de no alcanzar cierto monto en facturación mensual, lo que puede resultar en pérdidas para propietarios de pequeños negocios o que están iniciando, mientras que las TPV que funcionan con tecnología móvil sólo requieren el pago único por costo del dispositivo, sin realizar pagos mensuales posteriores ni tener un mínimo de ventas requerido; así que, si tus ventas no son regulares o la usas sólo por temporalidad, no tendrás cargos adicionales.
En conclusión, realizar un sólo pago por la terminal no representa una fuerte inversión, sobre todo si estás por emprender un nuevo proyecto y sin importar el tamaño de tu negocio, en el caso de que ya estés operando.
La evolución tecnológica ha llegado a las finanzas, transformando la manera en que pagamos nuestros productos y servicios, generando así, alternativas para los negocios que ahora deberán actualizar sus métodos de cobro. Sin duda, mucha gente está dejando atrás el dinero en efectivo, cambiando a las transacciones electrónicas y con tarjeta por su eficiencia y seguridad. En este contexto, las plataformas de pago móviles están adquiriendo terreno frente a la tecnología de terminales convencionales, ambas con diferencias y similitudes que cada emprendedor deberá evaluar para elegir la opción adecuada para su negocio.